Dra. Adriana Ajiz
Dermatóloga
© copyright https://dermatolagahermosillo.com
Dra. Adriana Ajiz – Dermatóloga
Sitio desarrollado por ID MiNegocio | Agencia de Marketing Digital
© copyright https://dermatolagahermosillo.com
Dra. Adriana Ajiz – Dermatóloga
Sitio desarrollado por ID MiNegocio | Agencia de Marketing Digital
Menú
Sígueme
en Redes Sociales
Dra. Adriana Ajiz
Dermatóloga
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica ocasionada por la interacción de factores genéticos y desencadenantes ambientales que llevan a la multiplicación acelerada de las células de la piel formando placas rojas, engrosadas y descamativas que se presenta de manera más frecuente en piel cabelluda, glúteos, codos y rodillas, pero no es exclusiva de estas áreas ya que puede aparecer en todo el cuerpo.
Esta cadena inflamatoria tiene repercusión sistémica y suele acompañarse de enfermedades como diabetes, presión alta, aumento de peso y artritis.
Es importante resaltar que la psoriasis no es una enfermedad contagiosa ya que ésta es una de las principales causas para que la persona que vive con psoriasis se sienta avergonzado y disminuya su interacción social.
No hay cura para la psoriasis, como muchas otras enfermedades de la piel puede cursar con brotes de lesiones y curación intermitente.
Para su manejo se pueden emplear cremas, tratamientos tomados o inyectables que llevan a un óptimo control de esta condición. Para asesorarnos cual es el tratamiento mejor indicado para cada persona se debe evaluar qué porcentaje del cuerpo está afectado y qué grado de enrojecimiento, engrosamiento y escamas en cada placa.
Dermatitis atópica
Se caracteriza por la aparición de placas rojas que dan comezón y afectan los pliegues del cuerpo.
Aparece debido a una alteración en la formación de la barrera cutánea que está formada por la última capa de la piel donde las células y los aceites naturales del cuerpo forman una pared que nos protege de agentes externos. Por lo tanto las personas que viven con dermatitis atópica tienen una piel sensible que se irrita con frecuencia y requiere cuidados especiales para minimizar los cuadros de inflamación.
Tiene un curso crónico y recidivante esto quiere decir que es una condición que nos acompañará de por vida con momentos de mejoría y empeoramiento alrededor de los años. Estos cuadros de empeoramiento nos enseñan a conocer los factores exacerbantes como: exposición a agua caliente, al frío, detergentes fuertes, fragancias, etc que ameritarán ser evitados para minimizar los brotes.
Dermatitis Seborreica
La dermatitis seborreica (también conocido como eccema seborreico) es una erupción de la piel bastante frecuente, de curso prolongado y que suele evolucionar en brotes. Se caracteriza por la aparición de manchas rojizas bien delimitadas y cubiertas por escamas de aspecto grasiento de color blanco amarillento y distribuidas en las áreas del cuerpo con mayor cantidad de glándulas sebáceas (cara y cuero cabelludo, principalmente). La caspa se considera una manifestación leve de esta patología.
Las áreas afectadas suelen ser aquellas donde existe mayor cantidad de glándulas sebáceas. Las más habituales son el cuero cabelludo, cejas y surco nasolabial (entre la nariz y los labios). Es frecuente que también se afecte el conducto auditivo externo y la zona que rodea a las orejas. Con menos frecuencia afecta la zona central del pecho, axilas, bajo las mamas, y grandes pliegues de la piel como las ingles y, en el caso de los bebés, el área del pañal.
La dermatitis seborreica se caracteriza por el enrojecimiento y la descamación de la piel, así como por picor de intensidad variable.
Las lesiones en los pliegues son más frecuentes en las personas con sobrepeso. En este caso, se produce inflamación y enrojecimiento, aunque la descamación es escasa.
En los bebés, la costra láctea, a su vez, se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación leves de la piel y escamas gruesas, con costra, de color amarillo o blancuzco, que aparecen en el cuero cabelludo y en la frente, párpados, cejas, orejas y pliegues de alrededor de la nariz. En casos más graves, puede extenderse hacia el cuello y el tronco.
La dermatitis atópica del adulto suele cursar en brotes con mayor o menor frecuencia y sufrir variaciones periódicas en su intensidad.
En los pacientes con VIH las lesiones suelen ser más extensas.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.
Rosácea
Es una enfermedad inflamatoria que afecta de más comúnmente la cara y en particular la parte central. Induce una tendencia al enrojecimiento de la cara de forma espontánea, o ante estímulos concretos, así como la aparición de lesiones inflamatorias llamadas pápulas y pústulas.
La causa exacta es desconocida, pero hasta el momento se ha asociado a alteraciones genéticas en el sistema de defensa del cuerpo.
Principalmente encontraremos enrojecimiento o rubor facial que se desencadena más fácil que en el resto de nuestros amigos ante exposición a calor, comidas picantes o muy calientes, después de tomar alcohol o al estar estresado.
Este enrojecimiento inicia en brotes pero su presencia puede irse extendiendo hasta hacerse permanente donde ya serán visibles vasitos rojos muy finos en la piel.
Sobre estas áreas pueden presentarse granitos que se llenan de pus y suelen confundirse con acné.
Tipos menos frecuentes de rosácea pueden presentar con ojos rojos y engrosamiento de la piel sobre todo en el área de la nariz.
Como dato adicional la piel con rosácea no suele tolerar muchos componentes que están en los cosméticos por lo que sientan picor al aplicarlos o se irriten fácilmente.
Aun cuando la rosácea es una condición crónica se puede llevar a un control favorable que te permita conocer mejor tu piel, saber que le agrada y que no para disminuir la cantidad de brotes
Acné
Es la patología dermatológica más frecuente. Lo más común es verlo en la adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad desde recién nacidos hasta la edad adulta.
En cada folículo contamos con glándulas sebáceas que se encargan de producir un aceite natural en nuestra piel que se llama sebo.
En el acné encontramos una sobreproducción de este sebo que en conjunto con las células en la superficie de la piel ocasionan que se ocluya el poro y se continue con la acumulación de sebo en el espacio folicular.
Todo esto es un medio propicio para que una de las bacterias que se encuentra en la piel se reproduzca en el interior del folículo y ocasione inflamación.
El acné es una condición donde encontramos piel con sensación grasosa o aumento de brillo sobre la cual pueden coexistir manifestaciones diferentes como son: puntos negros, puntos blancos, granitos rojos y otros granitos llenos de pus.
En casos más severos pueden presentarse lesiones más profundas que se llaman quistes o nódulos, éstas permanecen inflamadas por más tiempo y suelen ser dolorosas a la palpación. Todo esto puede aparecer en cara, pecho y espalda.
Aunque el acné es una condición frecuente no debe ser banalizada ya que todas las lesiones tienden a dejar marcas al resolverse y esto afecta la autoestima de la persona que lo padece.
Que tan severo es el acné va a depender de la cantidad de lesiones inflamadas y la tendencia a formar cicatrices. Existen varias opciones de tratamiento que se pueden ajustar según la severidad del acné y las preferencias del paciente para mejorar su experiencia y calidad de vida.